Las obras de rehabilitación de la manzana que albergará el Hotel, siguen en marcha. Actualmente nos encontramos definiendo y ejecutando los acabados de interiorismo del proyecto. Lo que se pretende alcanzar, es una adecuación de ambientes pertinente y deseable, para una integración del interior que esté en armonía con los edificios históricos objeto del proyecto. Para ello, se respeta al máximo la fachada y transforma el interior. Esta transformación interior, recupera algunas de sus calidades y materiales, así como adecua los tratamientos actuales de modo que mantenga el aire de una edificación histórica, siempre presente, aún en un interior renovado y de ambiente claramente contemporáneo.
Tanto en habitaciones como zonas comunes, donde la piedra de mampostería se encontraba en buen estado, se ha optado por conservarla a la vista, empastando las juntas con mortero a la cal y pintándolas. De esta manera, conservamos parte de la esencia existente como se puede apreciar en las fotografías de la escalera y de una de las habitaciones.
En el resto de fotografías se pueden apreciar las distintas tipologías de huecos de ventana con las que cuenta el Hotel. Desde ventanas tipo velux para las suites abuhardilladas de Calle Mayor, hasta ventanales muy amplios con acceso a la terraza y vistas al Castillo de Santa Bárbara de una de las habitaciones; pasando por ventanas en arco para las habitaciones de la última planta de Calle Altamira.